COTTON CROWN

Cotton Crown es una marca de ropa sostenible que nace a raíz del sueño de su fundadora Ángela González Gil. Su marca destaca por la elegante sencillez de sus diseños y el valor de los pequeños detalles.

ECOOO se desplaza a una de sus tiendas en Aravaca, donde descubrimos todos sus rincones.

 ‘Cotton Crown nace por mis ganas de emprender un negocio propio’

Cotton Crown nace de un sueño ¿Qué sueño es el que te lleva a abrir esta tienda?

Siempre supe que algún día montaría mi propio negocio pero no tenía muy claro ni el sector ni cuándo sería el momento. Lo que sí sabía es que antes de lanzarme a emprender debía ganar conocimiento y experiencia. Quería montar algo empezando de cero, con capacidad para decidir, con errores y con aciertos… pero que fuera algo mío. Y así nació Cotton Crown.

Cotton Crown nace en 2013, unos tiempos de crisis muy complicados ¿Cómo sacaste valor para emprender un negocio en ese momento?

Pues probablemente por un cúmulo de coincidencias. La principal no fue laboral sino familiar. En aquella época viajaba mucho por trabajo y apenas estaba en casa. Un día, la menor de mis hijas, Carlota, me miró y me dijo algo que me caló muy hondo: “Mamá, siempre estoy sola. Papá está todo el día trabajando y tú viajas muchísimo…”. A partir de ahí me replanteé mi vida profesional.

¿Antes de Cotton Crown, a qué te dedicabas?

Estuve 19 años en una central de compras, primero fue Continente y luego Carrefour. Empecé como jefe de producto en la línea de señora, compraba la ropa de señora que ves en los centros comerciales. Por el camino me integré durante casi dos años en el grupo americano BCBGMaxAzria para desarrollar un macro proyecto con Carrefour. Fue una etapa fascinante pero que no salió como esperábamos y volví a Carrefour. 

Yo estudié derecho en Madrid y al acabar hice un posgrado en UCLA (Los Angeles) en comercio internacional. Cuando regresé a España empecé en Continente, tenía 25 años. A lo largo de los 19 años lo aprendí casi todo del mundo textil, diseño, confección, procesos de producción, controles de calidad, logística, marketing, relación con proveedores, ventas, campañas, etc.., gestionando equipos y un presupuesto considerable dado el volumen de compra. Como parte de la formación que recibí, estuve varios meses desplazada en puntos de venta (Centros Comerciales), tanto en España como en otros países de Europa y trabajaba de manera regular con la Central del Compras del grupo en París, lo que me obligaba a viajar a la capital francesa dos o tres veces al mes. Además, tenía numerosos viajes a Asia en relación con los procesos de fabricación y asistía a numerosas ferias y otros eventos relacionados con el mundo de la moda en Europa, Estados Unidos y Asia. 

A lo largo de los años posteriores a la crisis del 2008, el trabajo fue mucho más intenso y eso no me permitía estar con mis hijos. Al final, llegué a un acuerdo con la empresa y me fui a mi casa. Reconozco que a las dos semanas estaba ya pensando qué montar! Era el momento para cumplir mi sueño.

‘Me gusta gestionar y dedicarme a proyectos concretos’

‘Yo reinterpreto, no diseño’

Estudiaste derecho, pero, ¿siempre te había llamado la atención la moda?

No como diseñadora, no me considero una diseñadora. Me gusta el equilibrio, buscar la belleza, hacer sentir bien a la gente… el aplicarlo a la moda te diría que fue algo casi coyuntural porque mi primer y único trabajo por cuenta ajena estuvo siempre enfocado al mundo de la moda. Es un entorno que me atrae y me fascina, es un mundo en constante cambio, muy dinámico. Pero yo reinterpreto, no diseño. Además, me gusta gestionar proyectos que suponen un reto.

‘O haces algo distinto o a nadie le va a llamar la atención tu trabajo’

 Haces hincapié en la sencillez de tus diseños y a veces es complicado que algo sencillo no resulte vulgar. Sin embargo, tus diseños son sencillos pero a su vez exclusivos. Si llevas algo de Cotton Crown se nota el diseño que hay detrás de la marca ¿Cómo consigues esta combinación?

Siempre he dicho que menos es más. Recargar las prendas, recargar tu look… es muy complicado. Es cierto que lo sencillo puede pecar de simple, algo de lo que hay que huir en estos días. Y todo está inventado, o haces algo distinto o a nadie le va a llamar la atención tu producto. El cliente debe enamorarse de lo que ve y enamorarse  de algo sencillo en apariencia, sin que sea sofisticado, es complicado. Pero ahí está el valor que aportamos en Cotton Crown, hay que llegar al cliente con ese toque especial, distinto…casi mágico, una prenda que no llama la atención pero hace sentirse bien a quien la lleva. Te aseguro que hay mucha preparación detrás para llegar a eso!

‘Tenía claro que la producción de mi marca sería sostenible y made in spain’

¿Tenías muy claro la forma de producir que ibas a tener?

Totalmente, tenía claro que debía ser una producción sostenible. Soy defensora de la sostenibilidad a todos los niveles. En casa mi discurso es que no hay que comprar diez camisetas por mucho que sean baratas, es mucho mejor seleccionar una o dos, de mejor calidad y que convenzan, aunque cuesten más. No te vas a poner las diez y acabarás por deshacerte de la mayoría o envejecerán peor. Esa forma de entender la moda no es sostenible”.

 ‘Primero tuve un espacio en una Pop Up, luego la web y finalmente alquilé mi propio espacio’

Actualmente, tienes dos tiendas, una en Lagasca y otra en Aravaca. Muchas marcas comienzan con la venta online ¿Cómo fue el comienzo de Cotton Crown, online o con tienda?

En 2013 empezó en Madrid el fenómeno Pop Up, puntos de venta bastante  cuidados a los que accedían marcas jóvenes bien seleccionadas, en los que alquilabas un espacio pequeñito durante  cuatro o cinco días. Ahí me di cuenta de que el producto tenía buena aceptación. Recuerdo que alguien me comentó que había unas subvenciones de la Comunicad de Madrid para promocionar el comercio online y montar tu web desde cero y la solicité. Y me la concedieron, tres mil euros! y con eso monté la web, estoy muy agradecida por ese empujón. Primero tuve Pop Up, luego web y finalmente alquilé un espacio, primero en El Jardín de Federica en un patio que hay en el Barrio de Salamanca en Madrid y luego las tiendas propias y el equipo.

‘La parte de baño es sin duda la que más me gusta’

‘Tu marca tiene de todo… jerseys, blusas, camisetas, sudaderas, trajes de baño, ropa de fiesta, chaquetas… ¿Qué es lo que más te gusta?

El baño es sin duda lo que más nos identifica y lo que a mí más me gusta. Los trajes de baño te muestran tal y como eres,   estás prácticamente desnuda frente al espejo. Puede ser algo bonito, y sin duda lo es, pero nosotras mismas tendemos a vernos mil defectos, eso es todo un reto. Mi Target es muy amplio y que una niña, una chica, una señora… se vea bien con una prenda de baño era un reto complicado. Es muy fácil llevar una blazer o una camiseta básica blanca, pero es muy difícil que una persona con una prenda mínima se vea bien, a gusto y se sienta segura. Por eso estamos muy orgullosos en CC cuando las clientes nos dicen que se ven estupendas! Como te decía, para llegar a ese objetivo hay todo un trabajo de preparación de muchos meses.

‘No es el momento de centrarse en ropa de fiesta’

La ropa de fiesta ahora mismo por motivo de la pandemia no se está utilizando mucho…

¿Qué va a pasar con ella? ¿Seguiréis produciendo?

En Cotton Crown acabábamos de lanzar una colección de fiesta y realmente no ha habido ninguna posibilidad de promocionarla como queríamos y ponerla en el mercado. La tenemos en stand by, hay que ser prudente en estos días. Pero conservamos toda la fuerza en la nueva colección de baño, como siempre. También hemos apostado por una nueva línea de ropa cómoda y de deporte de la que me siento muy orgullosa. Todo el tiempo que hemos pasado en casa me ayudó a imaginarla, hay mucha gente que ahora hace más deporte o han cogido una rutina que quizás antes no tenían. Todo el mundo tiene hoy una prenda de deporte en su armario, hay más conciencia del cuidarse y sentirse bien. Pero volviendo a tu pregunta, digamos que ahora no es momento de ropa de fiesta.

‘Para emprender necesitas formarte’

 ¿Qué consejos les darías tú a aquellos jóvenes que quieren hacerse un hueco en el mundo de la moda, ahora que es un momento complicado?

En mi opinión, para emprender necesitas un mínimo de formación, académica o práctica o una combinación de las dos. Es un error emprender precipitadamente. Como decía antes, por ejemplo, en el  mundo de la moda está todo inventado y es muy difícil encontrar algo que te diferencie. Hay que tener ideas claras y originales para diferenciarte porque es muy difícil que el mercado te haga un hueco, cada vez hay menos espacio. Y esas ideas van surgiendo, en general, de manera más natural con la experiencia. La disciplina también es fundamental y la formación ayuda a adquirir hábitos.

Con este necesario consejo despedimos a Ángela, una emprendedora que ha conseguido que su marca sobreviva a la pandemia y no pierde la ilusión por seguir sacando colecciones y cumpliendo sueños. Y os animo a que veáis su nueva colección de trajes de baño.

Fotografías realizadas por Patricia de Semir para le revista ECOOO, protegidas por derechos de autor.