OMA By Luchi

La comida tiene el poder de transportarnos a lugares y momentos únicos. Y los postres quizás, incluso más. En Ecooo los valores del emprendimiento y la juventud han consolidado nuestra marca. Por eso hoy, nos hacemos eco de la historia de Lucía García Arrechea ya que estos valores la definen a la perfección. Una trabajadora incansable, extrovertida, curiosa y sobre todo con una gran pasión: la pastelería. Su pasión se ha transformado en realidad gracias a OMA By Luchi, que en tan solo tres años ha conseguido hacerse un hueco donde reparte felicidad a las casas con sus clientes fijos, pone el toque final en algunos restaurantes de moda en Madrid y ayuda a saciar esos antojos a través de Glovo y Uber Eats.

Lucía García Arrechea fundadora de OMA By Luchi

Cuando Lucía recuerda su infancia, una de las imágenes que le viene a la cabeza es estar junto a sus primas y familia en la cocina. Pero sobre todo, recuerda a su abuela Paloma, a la que llamaban Oma, disfrutando del dulce. Es por eso que ahora su proyecto le rinde homenaje a través de su nombre: Oma By Luchi.

“Hay recetas que conservo desde hace más de dieciseis años, por ejemplo, el brownie. Puedo hacer algunas cambios pero la esencia es la misma” cuenta Lucía.

Lucía tiene una sonrisa inagotable que no cesa en todo nuestro encuentro. Al remontamos a sus inicios bromea “ Todo el que empieza a cocinar lo hace porque le gusta comer”. Cierto.

Antes de decantarse por estudiar algo relacionado con la cocina, hizo un curso de roscones junto a su madre que posteriormente le daría la idea de comenzar a hacerlos ella misma y venderlos el día de reyes a sus familiares y amigos más cercanos.

Con dieciséis años, utilizó su verano para desplazarse a Londres junto a su hermana y hacer un curso de cocina.

Pero fue al decidir que estudiar cuando Lucía se decantó por hacer Gastronomía en la Universidad Francisco de Vitoria, donde incluía un curso de alta cocina del Cordon Bleu.

Lo define como “Una carrera muy exigente, que te permite no solo conocer la parte de cocina sino la rama empresarial y como funciona el negocio por dentro”. También le abrió las puertas a irse de intercambio un año a Australia donde se enfocó mucho en la pastelería.

Pero… ¿Cuándo nace realmente Oma By Luchi?

“El punto de inflexión fue en cuarentena. Cuando nos encerramos era Semana Santa y se me ocurrió hacer un power point con tres opciones de postre para repartir. Lo llamé pack cuarentena e incluía: cookies, brownies y almendras garrapiñadas. Las almendras son típicas en Zamora de donde son mi padre y mi abuelo, y también quise hacer ese guiño” cuenta.

“Delegar cuesta, pero sí no lo haces no creces”

Su idea era repartirlos entre familiares y conocidos de la zona, y terminó revolucionándola. No paró de cocinar y repartir durante esos meses de encierro.

Así fue como se dio cuenta que era su momento, aunque siempre existen esas inseguridades antes de emprender: “Cuando empecé tenía mucho vértigo e inseguridad. Confiaban más las personas que estaban a mi alrededor que yo misma” confiesa. “Pero al final, cuando trabajas y te esfuerzas tanto aprendes a creer en ti y sobretodo en tu producto”.

“Al principio era mucho trabajo, comencé sola y con muy poca inversión. Iba trabajando en base a lo que facturaba. Cocinaba en casa hasta que algunos restaurantes comenzaron a pedirme, y ahora tengo un obrador donde trabajamos. Somos tres chicas en el equipo al pie de cañón día a día. Al principio me costaba mucho delegar en la parte de cocina, quería hacerlo todo. Pero al final si no aprendes a hacerlo no creces”.

Además, durante nuestra conversación Lucía hace énfasis en lo feliz que está realizando pedidos para restaurantes. “Que los restaurantes se preocupen por tener un postre de calidad es algo muy bueno para nosotros”.

“Sueño con que Oma llegue a todas las casas”

Lucía mira la hora, aún tiene muchas cosas que hacer aunque hemos conseguido un rato de pausa para un café y escuchar su historia. Aunque he de confesar que a veces es ella la que comienza a preguntarme a mí… “Me encanta conocer a gente, escuchar sus historias… soy muy curiosa. Creo que la curiosidad es la base de todo” me cuenta.

Es por eso que su gran sueño es tener un espacio abierto al público “ Que mi obrador no esté abierto al público hace que la gente no me conozca y eso limita un poco. Uno de mis sueños sería, por ejemplo, una cafetería. Donde las personas al despertarse pensases en venir a empezar su día aquí” cuenta. “También mi gran sueño es que Oma llegue a todas las casas y seguir creciendo”.

A medida que termina nuestra conversación, hablamos de competencia. “Es un mundo difícil pero considero que todos nos ayudamos. Madrid es muy grande y hay sitio para todos porque al final nos une una misma pasión”.

Esa es la pasión que define a Lucía y que transmite en las distancias cortas. Una persona que disfruta viendo disfrutar a los demás y que ha aprendido a hacerlo diariamente con su Oma By Luchi.

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LUCÍA HORMIGO